Existen personas inseguras, dubitativas y con sentimientos de inferioridad, que creen, por supuesto de forma equivocada, que si dicen que NO, que si se enfrentan a sus semejantes, que si no aceptan sumisamente las decisiones de los demás, ya sean estos padres, amigos, compañeros, o profesores, serán rechazadas y marginadas.
Ahí está el problema. Tienen tan poca confianza en sí mismos, se valoran tan poco, se consideran tan poquita cosa, que precisan del "cariño y aceptación" de los demás a cualquier precio, incluso al de su anulación como personas.
Los que piensan y viven así se equivocan completamente. Esta forma de actuar no les va a proporcionar lo que buscan patológicamente. Muy al contrario, los que así viven corren el riesgo de ser utilizados, manipulados, y con frecuencia rechazados por cuantos les rodean. Justamente lo contrario de lo que se proponían.
Aprende a decir NO. Es cuestión de proponértelo. De ensayarlo. Hazlo y verás que satisfacción consigues. No te dejes apabullar ni intimidar. No lo mereces, tampoco lo deseas y además es muy nocivo para tu salud mental.
No intentes gustar a todos y en todo. Es sencillamente imposible. La tolerancia y la transigencia son aspectos positivos de la personalidad, pero siempre que no sean situaciones extremas, ya que entonces, se convierten en un defecto, o, si lo prefieres, en una conducta patológica y enfermiza que tarde o temprano acabará pasándote factura.
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